La tierra se movía en Turquía y Siria el pasado lunes de madrugada y con ella los edificios. Unterremoto de magnitud 7,8 ha provocado que ambos países se sumerjan en el caos y la desesperación mientras continúan las labores de rescate para encontrar a todas aquellas personas que han quedadoatrapadas entre los escombros.

En total, ya son miles los edificios que se han venido abajo debido a este seísmo, el más potente que ha golpeado a Turquía en un siglo. Una situación que se ha visto empeorada debido a las réplicas que ha habido.

La Defensa Civil de Siria, conocida como 'Cascos Blancos', a través de su cuenta en Twitter, ha señalado que más de 410 edificios han quedado completamente destruidos, mientras que más de un millar están "severamente dañados". Por su parte, Erdogan, presidente de Turquía, ha informado de que ya son 6.444 edificios los que se han derrumbado.

Mustafa Kara, que perdió a su mujer en Kahramanmaras en el derrumbe de un edificio de nueve plantas, mostró su indignación en Halk TV. "¿Tan poca cosa es este Estado? No hay nada. No podemos enterrar a nuestros muertos. Hay cadáveres por todas partes".

Este vecino desvela la difícil situación que están viviendo. "Se han derrumbado más de 900 edificios. Si cada uno tiene entre ocho y diez apartamentos, ¿Cuántas personas hay bajo los escombros? No hay electricidad, ni gasolina, la gente saquea los supermercados. No hay comida, ni leche para los niños".

Lo cierto es que cada vez son más las imágenes que han comenzado a circular de cómo los edificios se están derrumbandocomo naipes. Un problema que no solo está afectando a las construcciones antiguas, si no que también afecta a edificios más modernos, y es que aunque Turquía es una zona en alerta por seísmos, no estaban preparados para uno de esta magnitud.

Las autoridades turcas han recomendado no volver a los hogares durante los primeros días tras el temblor, haciendo que miles de personas se vean abocadas a vivir en la calle.

Una situación que es aún más complicada debido a las condiciones meteorológicas en Turquía, que esta semana ha sido escenario de una ola de frío que deja temperaturas de hasta cinco grados bajo cero. Por su parte, en Siria esta tragedia se suma a la guerra que están viviendo en el país.

En este contexto, el organismo internacional ha centrado por el momento parte de sus esfuerzos en atender a esta parte de la población que se ha quedado sin hogar y para los que se están distribuyendo tiendas de campaña, mantas y alimentos hasta el momento en el que puedan regresar a sus casas.

Turquía carece de un sistema de alerta sísmica, sensores que monitorizan permanentemente los movimientos de la tierra y dan aviso por radio y televisión en caso de sismo permitiendo que la gente pueda ponerse a salvo.