Capturado tras una frenética jornada de búsqueda, Manuel Antonio Silva Ribeiro, un joven militar, principal sospechoso del asesinato de 11 personas, incluidos dos españoles, ha sido detenido en la capital de Cabo Verde.

El presunto asesino, de 21 años, permanecía desaparecido desde el pasado lunes cuando mató a tiros a ocho compañeros militares y a tres civiles. Entre ellos los dos españoles de 51 y 31 años. Había un tercer español que logró escapar a tiempo. "Los cadáveres de nuestros dos compatriotas están en un hospital y se va a agilizar todo lo posible para que vuelvan muy pronto", ha señalado Margallo.

Los hechos ocurrieron en un complejo de telecomunicaciones, donde desde hace un mes los españoles se ocupaban del mantenimiento técnico de los equipos. "Nada indica que haya vínculos con el narcotráfico, se cree que fue por motivaciones personales", ha señalado Paulo Rocha, ministro de Administración Interna de Cabo Verde.

El soldado, perturbado según las autoridades, llegó en coche, cargado con nueve rifles de asalto y un millar de balas. Uno por uno fue matando a las víctimas, mientras decía en voz alta sus nombres, una cruel ejecución que ha destrozado a muchas familias.

Según la prensa del país, el autor de la masacre confesó los crímenes a su familia por teléfono. Ahora ha sido trasladado a comisaría, donde será interrogado antes de pasar a disposición judicial.