Las últimas matanzas que han sacudido a las escuelas de Estados Unidos han disparado las ventas de ropa infantil antibalas, una manera para evitar muertes infantiles.
Una fábrica situada en Colombia se dedica a producir mochilas y chalecos antibalas para niños para escolares. Pero estas piezas pueden salir muy caras, ya que tienen un precio que está rondando entre los 120 y 500 euros.