Un portavoz del Ministerio del Interior afgano, Najib Danish, indicó en su cuenta de Twitter que entre las víctimas hay dos niños, aunque no dio detalles sobre los fallecidos.

Un representante del gobernador de Khost, Mubariz Zadran,indicó que "la mayoría de los muertos son miembros de las fuerzas de seguridad, aunque hay también civiles entre los muertos y heridos".

De acuerdo con la información preliminar, el ataque se produjo contra los soldados, que fueron desplegados en tareas antiterroristas. Los militares pertenecían a las Fuerzas de Campaña, un cuerpo establecido por las fuerzas estadounidenses que se encuentra bajo la jurisdicción del Gobierno afgano y en el Directorio Nacional de Seguridad (NDS) figuran como fuerzas de élite locales.

El atentado coincide con el primer día del Ramadán, una fecha que habitualmente suele traer un incremento de los ataques talibanes en todo el país, sumido en una ofensiva de los insurgentes desde el inicio de la denominada ofensiva de primavera a finales de abril.

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, los insurgentes han ido ganando terreno en diversas partes de Afganistán y en la actualidad controlan, tienen influencia o se disputan con el Gobierno al menos el 43 % del territorio, según datos de Washington.