La exdiputada ultranacionalista y profesora de lingüística Irina Farion, figura profundamente divisiva conocida por sus controvertidas opiniones sobre el uso de la lengua rusa en Ucrania, ha sido asesinada en Lviv, un homicidio que ha generado condena en Ucrania. Según testigos, Farion, de 60 años, fue abordada en la calle donde vivía por un hombre no identificado que le disparó en la cabeza y huyó.
El ataque ocurrió en torno a las 19.30 de la tarde, cuando un hombre de entre 20 y 25 años se acercó a la exdiputada cuando paseaba por la calle y descerrajó un tiro a la exdiputada. Según las autoridades locales, por la noche fue trasladada a un hospital en estado crítico, donde murió varias horas después.
Su muerte ha sido confirmada en un primer momento por el gobernador de la región de Lviv, Maksim Kozitski, en su cuenta de Telegram, mientras que el ministro del Interior, Igor Klimenko, ha anunciado por su parte el comienzo de una operación para detener al responsable de lo que ha descrito como un "asesinato planificado". "Cualquier acto de violencia solo merece condena y todos los culpables de este ataque deben asumir toda la responsabilidad", afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Farion, de 60 años de edad y lingüista de profesión, ejerció como diputada entre 2012 y 2024 del ultranacionalista partido Svoboda y era particularmente conocida por sus inflamatorios discursos contra el idioma ruso. El asesino preparó el atentado durante semanas, según el ministro del Interior, Igor Klimenko.
Defensora del ucraniano pero con un estilo polémico
La policía baraja varios posibles motivos, entre ellos la actividad pública y política de Farion, así como una animadversión personal hacia ella. El partido político Svoboda, al que Farion representó en el consejo regional de Lviv entre 2008 y 2012 y en el Parlamento del país de 2012 a 2014, cree que Rusia es culpable de su asesinato.
"El asesinato de Irina Farion se llevó a cabo por orden de Moscú, independientemente de qué bastardo lo llevara a cabo directamente", ha subrayado al apuntar que la defensa acérrima de Farion de la lengua ucraniana la convirtió en el objetivo. Farion se ganó la popularidad de algunos votantes por sus llamamientos a extender el uso de la lengua ucraniana en público y creía que el uso continuado de la lengua rusa debilitaba al país y contribuía a que se convirtiera en objetivo de la agresión rusa.
Según sus partidarios, Farion también merecía reconocimiento por la investigación que realizó sobre cómo Moscú limitó constantemente el uso de la lengua ucraniana en un intento de erosionar la identidad nacional ucraniana durante los siglos que controló gran parte del país.
Sin embargo, su radicalismo y su estilo altamente polémico acabaron erosionando gran parte del apoyo, dejándola al margen de la vida política, ya que las fuerzas nacionalistas, incluida Svoboda, no consiguieron ningún escaño en el Parlamento después de 2014.