El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha expresado esta mañana su posición con respecto a la controversia sobre la retirada de la ayuda de la Unión Europea a Palestina. En una entrevista en la Cadena Ser, ha afirmado que España defiende la continuidad de la "cooperación" y subrayó la importancia de no mezclar a Hamás "que es un grupo terrorista, con la población palestina, la Autoridad Nacional Palestina o los proyectos de la ONU sobre el terreno".

Albares reconoce la posibilidad de realizar ajustes, como revisar los medios para garantizar la seguridad de los cooperantes que aplican la ayuda, pero destaca que España está muy interesada en que la ayuda real siga fluyendo. Propone, por ejemplo, que en caso de daño a un hospital o infraestructura, se reoriente la ayuda hacia donde sea necesaria y no se pueda aplicar debido a los daños, pero se opone firmemente a cortar completamente la financiación: "Nos oponemos totalmente".

En su calidad de país que ostenta actualmente la Presidencia semestral del Consejo Europeo, España será la primera en abordar este tema esta tarde durante la reunión de ministros de Exteriores en Bruselas, y advierte que planteará sus puntos de vista con firmeza.

Albares ya ha tenido conversaciones con los comisarios y ministros de otros estados miembros y ha encontrado una mayoría que considera que la cooperación de la UE con la Autoridad Nacional Palestina y los organismos de la ONU no plantea problemas significativos. "Sobre todo, es contraproducente cualquier decisión que no sea continuar, porque si no estamos restando autoridad a aquellos palestinos que están en el campo de la paz, que viven con atrocidad como nosotros los ataques de Hamas, se vería castigada injustamente si se corta una operación que van a necesitar más que nunca", ha dicho.

La Comisión Europea anunció el lunes una revisión urgente de la ayuda de la Unión Europea a Palestina para asegurar que no se destine de manera indirecta a actividades terroristas contra Israel. También mencionó la posibilidad de ajustar los programas de apoyo a la población palestina y a la Autoridad Palestina en función de las circunstancias cambiantes en el terreno tras los ataques de Hamás contra Israel. Sin embargo, se enfatiza que, dado que no se prevén pagos en el corto plazo, no habrá suspensión de la ayuda.