Los agricultores belgas han iniciado su semana de protestas bloqueando el tráfico en varias autopistas del país con marchas lentas de tractores y con cortes en las carreteras. Esta es la antesala de unas movilizaciones anunciadas para protestar contra los bajos precios y las regulaciones medioambientales.

Los agricultores de la región francófona de Valonia han organizado las mayores protestas del domingo, con decenas de tractores participando en varias marchas lentas que confluyeron a las afueras de la ciudad de Namur para cortar la circulación en el intercambiador de Daussoulx, un nudo estratégico de la red de carreteras belga.

Es un punto de enlace que conecta a dos de las principales autopistas del país: la E411, que une a Bruselas con Luxemburgo de norte a sur, y la E42, que conecta a Bélgica con Alemania y Francia, atravesando todo el país de este a oeste.

Según recogen los medios de comunicación belgas, los agricultores tienen la intención de cortar durante al menos 24 horas el tráfico de vehículos en el intercambiador de Daussoulx.

Los agricultores, además, tienen previsto llevar a cabo otro corte de carreteras en la tarde de este lunes, más cerca de Bruselas, en las inmediaciones de la ciudad de Halle, y pasar toda la noche allí durmiendo en tractores y camiones.

El grueso de las protestas de este domingo en Bélgica estaban convocadas por la Federación de Jóvenes Agricultores, con el apoyo de la Federación Valona de Agricultores y de la Federación Unida de Agrupaciones de Criadores y Agricultores, que también aglutina a ganaderos.

Todos ellos denuncian los bajos precios que les pagan los mayoristas por sus producciones, la sobrecarga administrativa que afrontan y los estándares medioambientales que deben cumplir, así como los riesgos que, según ellos, entrañan los acuerdos de libre comercio como el que ahora está negociando la Unión Europea (UE) con los países latinoamericanos pertenecientes al Mercosur.

Siguen los pasos de los franceses

Se suman así a las protestas de los agricultores franceses, que llevan ya más de una semana bloqueando el tráfico de camiones que transportan alimentos y amenazan con dejar la capital incomunicada.

Allí, el Gobierno de Emmanuel Macron secunda los argumentos de los agricultores que se manifiestan y culpan de la situación a la "competencia desleal" de socios de la Unión Europea como España e Italia. "Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas (fitosanitarias) que a otros (países) no", ha asegurado el primer ministro francés, Gabriel Attal.