En los viñedos gallegos se
habla de lo que los franceses han denominado el fraude del siglo: vino rosado
español que se vendía en Francia como francés. "Francia aprovecha la buena
calidad de nuestros vinos para competir en producto", apunta Manuel Castro, de
la Bodega Viña Costeira.
Así funciona el engaño:
Francia recibe el vino rosado de España sin embotellar, a granel. Luego,
supermercados y restaurantes lo sirven como si fuera francés, en botellas donde
se lee "vino de Francia", "indicación geográfica protegida de Francia" o
incluso "producido en Francia".
Además se acompaña con
imágenes típicamente francesas como la flor de lis, su bandera o un castillo. Mientras
la indicación de que es vino español apenas se percibe en la botella. "Me
preocupa el fraude, en Francia el etiquetado debe reflejar la realidad".
El fraude se debe al
precio del vino: el español de media cuesta 1,25 euros el litro, mientras el
francés seis euros, por lo que a los franceses les sale más a cuenta comprar
español y embotellarlo como francés.