La Universidad de las Islas Baleares (UIB) ha anunciado que parará la calefacción en sus instalaciones a partir del próximo lunes, 14 de marzo, ante la subida del precio de la luz.

Según han explicado desde la institución educativa, se trata de un plan de ahorro energético con el objetivo de reducir el consumo y el coste de la factura de electricidad, dada la escalada de precios que ha conducido a la Universidad a una situación de "emergencia energética".

El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista bajará este sábado un 13,54%, hasta los 246,05 euros el megavatio/hora (MWh), por lo que se aleja por cuarta jornada consecutiva del máximo histórico registrado el 8 de marzo, cuando se alcanzaron los 544,98 euros/MWh en el marco de la espiral alcista del gas natural por el impacto de la guerra en Ucrania.

Ante esta situación, la Universidad ya ha contactado con el Govern, que ha ofrecido su apoyo y colaboración para encontrar una solución a esta problemática a través de las consellerias competentes.

De acuerdo con la UIB, el coste de la factura eléctrica fue, en 2021, de 2,4 millones de euros, una cantidad muy superior al millón de euros que se pagó el año anterior. Así, se calcula que el coste para el año 2022 podría alcanzar casi 6 millones de euros, lo que representa un 4,8% del presupuesto total de la Universidad para este año. La UIB ha explicado que esta circunstancia "obliga" a adoptar medidas de "racionalización para asegurar que la actividad propia de la Universidad, la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento, pueda continuar".

Entre otras medidas excepcionales de ahorro, se anularán todos los sistemas de climatización y solo se mantendrán activos los que sean imprescindibles por motivos de seguridad en las instalaciones críticas o para la continuidad de la actividad investigadora que lo requiera. Tampoco se podrán utilizar aparatos de calefacción o frío individuales.

Al finalizar la jornada laboral, se dejarán apagados todos los aparatos informáticos que vayan conectados a la red eléctrica (ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, escáneres y otro material electrónico). También se tendrá que apagar la lámpara de todas las dependencias cuando no haya nadie. El alumbrado exterior del campus también se reducirá, aproximadamente, a un tercio de su capacidad, excepto el de sitios sensibles, como es la residencia universitaria. Para contrarrestar este recorte, se incrementará el servicio de seguridad en el campus.

Los edificios de la Universidades permanecerán cerrados durante los períodos no lectivos de Pascua, verano y Navidad, salvo Son Lledó y el edificio Antoni M. Alcover i Sureda, ya que este último es el más eficiente energéticamente. A partir del día 1 de abril, el horario de cierre de los edificios se adelantará de las 22.00 a las 21.00 horas.

Asimismo, la universidad estudiará otras posibilidades para reducir el consumo de energía. En el marco del compromiso para alcanzar la neutralidad climática en 2030, ya trabajaba en la elaboración de un plan para instalar placas fotovoltaicas en los edificios del campus. Ahora, acelerará este proceso con el apoyo del Servicio Técnico y de Infraestructuras y el Departamento de Ingeniería Industrial y Construcción.