El de Cristina es uno de los casi 700.000 vehículos afectados en España por el caso de las emisiones de Volkswagen. Y cuando le notificaron que debía pasar la ITV decidió poner a prueba el sistema. "Paso la ITV y, al finalizarla, vino el ingeniero y me dio el certificado diciendo que el coche no tenía defectos", asegura la afectada.

Junto a un notario, y por escrito, solicitó explicaciones de por qué el vehículo, habiéndoles comunicado el problema, superó la inspección. "Los ingenieros dicen que el banco de pruebas de las ITV no están actualizados, no está preparado para detectar la emisión de NOx", afirma Cristina.

Las mediciones actuales no detectan estos gases porque se rigen por una directiva europea de 2010, que no contempla estos niveles. Y según explican las ITV, no se detectarán hasta el año que viene, cuando entre en vigor una nueva normativa.

Desde febrero Volkswagen notifica a sus clientes a través de cartas, que deben acudir a una inspección gratuita donde actualizan el software del motor y, según el grupo, se soluciona el problema. Pero clientes como Cristina desconfían de esta medida. "No tengo claro si el coche va a tener las mismas características que cuando lo compré", dice.

Según FACUA, recelan por una razón: "Los concesionarios no les garantizan que no va a haber una pérdida de prestaciones del vehículo, no se lo quieren decir por escrito", nos cuenta Rubén Sánchez, portavoz de la Asociación de Consumidores de FACUA.

Porque en caso de una nueva avería tras esa intervención no tienen un documento, dicen, que les cubra la reparación. Desde el Ministerio de Industria esperan a que entre en vigor la nueva directiva europea y, los afectados, una solución con garantías de que no serán nuevamente engañados.