El sector textil manda un mensaje de tranquilidad: afirma que estas Navidad no habrá desabastecimiento, no obstante, recomienda no esperar hasta última hora para hacer las compras.

La tendencia alcista de los precios de las materias primas ha impactado de lleno en el sector afectando, por ejemplo, a productos como el algodón, que ha duplicado su precio.

"Cada vez se vende menos, con más descuento y si a esto le añadimos que se incrementan los costes, el sector está en una situación tremendamente complicada", indica Eduardo Zamácola, presidente de Acotex.

Hace un año, un kilo de algodón en el mercado internacional costaba menos de 43 céntimos de euro y hoy alcanza los 74 céntimos.

"Hay un incremento del precio de las materias primas, del transporte, lo que hace más estrecho, o no existente, el margen de beneficio, que en muchos casos se pone en negativo", sostiene Ángel Asensio, presidente de Moda España.

El algodón es el cultivo no alimenticio más importante del mundo. "Solo entre India y China acaparan más del 40% de la producción mundial", afirma Mario Esteban, investigador del Real Instituto Elcano.

Su precio se ha disparado por la reactivación de la demanda tras la pandemia, las malas cosechas, las sanciones de Estados Unidos a China y la crisis logística en Asia.

"Está habiendo una disrupción muy importante del comercio marítimo, con un encarecimiento muy alto de los costes, también un aumento de la demanda", añade Esteban.

"Se ha incrementado por diez el coste de los contenedores. Pagábamos 1.500 dólares por cada contenedor y ahora estamos hablando de entre 13.000 - 14.000", apunta Zamácola.

Se dispara el precio del transporte y se duplica el tiempo de las entregas por vía marítima. De 20 a 40 días. "Una consecuencia de todo esto va a ser la relocalización de las producciones, empezar a fabricar en la proximidad", considera Zamácola.

Algunas empresas han optado por transportar la mercancía por avión y otras se plantean trasladar la producción a España o a países vecinos como Portugal o Marruecos. Una apuesta por el valor añadido: más proximidad, menos contaminación y más calidad del producto.

"Tenemos que apostar por diferenciarnos, apostar por la calidad. Cuando compras calidad, ahorras porque tiene más durabilidad y a la larga te sale mucho más barato y siempre llevas una prenda mucho mejor", subraya Asensio.