El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha viajado a Bruselas para participar en la cumbre europea en la que los líderes comunitarios negociarán diversos cargos institucionales y podrían adoptar decisiones que allanarían el camino del ministro Luis de Guindos para la presidencia del Eurogrupo.

Una vez que Jean Claude Juncker fue avalado como presidente de la Comisión Europea por parte de la Eurocámara, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho abordarán otros nombramientos como el del presidente del Consejo o el Alto Representante de la UE.

No es seguro que en la reunión se vaya a abordar el nombramiento del presidente del Eurogrupo, pero sí es previsible que sea así o que se debata sobre la conveniencia de otorgar a este cargo de un carácter permanente y que obligaría a que su titular se dedicara al mismo a tiempo completo.

En la actualidad, el presidente del Eurogrupo es el holandés Jeroen Dijsselbloem, quien compatibiliza este cargo con el de ministro de Finanzas en el Gobierno de su país y, en principio, no tendría que abandonar su responsabilidad europea hasta julio del año que viene. Pero el relevo se podría acelerar bien por la decisión de que se ocupe a tiempo completo o porque, tal y como se baraja, Dijsselbloem pase a ser el comisario holandés en la nueva Comisión Europea presidida por Juncker.

La salida de Dijsselbloem como comisario europeo y el deseo de Juncker de dar la Comisaría de Economía al representante de un país con gobierno socialdemócrata podría facilitar la vía de De Guindos para el Eurogrupo. Rajoy ha mantenido durante esta semana varias conversaciones telefónicas con otros líderes europeos en la que ha tenido oportunidad de comentar las posibilidades existentes.