La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos asegura que España está disfrutando de una sólida recuperación económica gracias a las reformas implantadas en los últimos años, pero alerta de que la escasa productividad hace que ese crecimiento sea excluyente.

"La crisis ha dejado cicatrices que menoscaban el bienestar, siendo las más visibles unos niveles todavía muy elevados de desempleo, pobreza y desigualdad", dice la organización en el informe 'Estudios económicos de la OCDE: España 2017'.

En este sentido, avisa de que la elevada proporción de desempleados de larga duración y la falta de empleo de calidad dificulta un crecimiento más inclusivo que permita un aumento del nivel de vida de toda la ciudadanía.

Según el informe, los bajos niveles de productividad de la economía española reflejan la falta de formación de la población, la excesiva dependencia de los trabajadores temporales, la insuficiente innovación empresarial y las barreras existentes para crear y hacer crecer una empresa.

Por ello, la OCDE reclama a España que refuerce la formación y la asistencia en la búsqueda de empleo y que mejore la protección social con un mayor apoyo en materia de ingresos mínimos, en especial para las familias pobres con niños.