La convocatoria se hace extensible a los trabajadores de tierra y a los tripulantes de cabina y se llevará a cabo en tres ciclos de cinco días cada uno. El primero, del 18 al 22 de febrero, el segundo del 4 al 8 de marzo y el tercero, entre el 18 y el 22 de marzo. Pero ya han advertido que si, tras estos ceses de actividad, no se llega a un acuerdo, volverán a convocar nuevos paros después de Semana Santa. No obstante han asegurado garantizar plena actividad durate Semana Santa, así como ya hicieron las pasadas Navidades.

Por su parte, Iberia ha calificado estas huelgas como "incontrolables" y asegura que supone "una actitud desproporcionada y una amenaza intolerable a la compañía, a sus clientes y a la sociedad" y "empeora la situación" de la aerolínea.

Tras firmar el acta de desacuerdo en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (Sima), por los sindicatos y la multinacional española han comunicado la decisión al Dirección General del Trabajo.

Es la primera vez que se convoca una huelga de tal envergadora, por lo que la empresa ha advertido que se pueden provocar situaciones incontrolables en algunos aeropuertos como el de Barajas.  Al acabar la reunión, todas las partes han lamentado el desacuerdo a pesar de las propuestas presentadas por ambas partes.

El director de Recursos Humanos de Iberia, José Luis Romero, ha resaltado que se han hecho todos los esfuerzos posibles para acercar las posturas, tal y como lo demuestra su propuesta de rebajar en el 30 % el número de despidos inicial, y de hacerlo a través de las prejubilaciones. Ha añadido que Iberia seguirá abierta a la negociación y que mantiene la intención de conseguir la viabilidad necesaria para la aerolínea.