Nadie quiere hablar en la sede de Abengoa. Los trabajadores, entre la incertidumbre y el miedo, esperan sin saber qué será de ellos. Con una plantilla total de 24.000 empleados, todos reclaman una solución para el grupo energético.

"Los trabajadores están un poco nerviosos", asegura Diego Carlos García, secretario de Acción Sindical de UGT en Sevilla. "Es necesario hacer un esfuerzo entre las compañías, las entidades financieras y grupos inversores", afirma, por su parte, el secretari de Industria de CC.OO. en Sevilla, Antonio Caravaca.

Una preocupante situación que todavía podría ser peor. El Gobierno admite que "la situación es extremadamente delicada". Ahora, la compañía sevillana tiene cuatro meses para revertir una situación que, dicen los expertos, se veía venir.

Entre los principales acreedores de Abengoa destaca la banca. De los 20.200 millones de pasivo, 4.400 están comprometidos con entidades españolas, Aparecen aquí los nombres del Santander, con 1.550 millones; Bankia, con 582 millones; y Caixabank, con 570 millones.

Pero el más preocupado es el Federal Financing Bank, un banco público de Estados Unidos al que deben 2.220 millones de euros. Tras desplomarse ayer un 54%, los paneles marcan ahora caídas del 25%. En breve se hará efectiva su expulsión del Ibex.