Una vez más, la Junta de Andalucía, la patronal andaluza y los grandes sindicatos regionales están en la picota por la gestión del dinero público. Un informe de la Cámara de Cuentas andaluza revela un gran descontrol en las ayudas para cursos de parados durante los años 2009 y 2010.
746 millones de euros de dinero público que fueron a parar principalmente a la Confederación de Empresarios, UGT, Comisiones Obreras y a la propia Junta de Andalucía a través de una fundación ya extinguida.
Los datos son demoledores: el 58% de esas ayudas se concedieron sin ningún tipo de control con 432 millones de euros que aún hoy no han sido justificados. Juan Bautista Ginés, secretario general de UGT Andalucía, afirma que “nos someteremos a lo que diga la Justicia”.
La cola del paro está llena de ejemplo como el de una chica que hizo un curso de turismo ecuestre en el que le habían garantizado seis meses de trabajo.
Los expertos demandan una auditoría pública de los cursos de formación para desempleados. Denuncian que, en muchos casos, no se controla quién recibe estos cursos. Un supuesto fraude que nuevamente perjudica a un sector ya muy castigado por la crisis.