La riqueza financiera de las familias españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros y las deudas que tienen, cayó un 2,12 % en solo tres meses (en el tercer trimestre de 2022) por el alza de la inflación. En total, hasta 1,86 billones de euros a cierre de septiembre, con lo que retrocede más del 1 % en tasa interanual.
Según las Cuentas Financieras de la economía española publicadas por el Banco de España, en relación con el PIB, los activos financieros netos representaron el 142,8 %, ratio que fue 17,1 puntos porcentuales inferior a la de un año antes, sobre todo por el crecimiento de la economía. Los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- se redujeron un 2 % en el trimestre, hasta los 2,62 billones de euros a finales de septiembre. En tasa interanual bajaron un 0,5 %.
El Banco de España explica que este descenso refleja una revalorización negativa de 63.300 millones que compensó la adquisición neta de activos financieros, que fue de 50.400 millones de euros en el último año, concentrada en depósitos y, en menor medida, en participaciones en el capital.
El grueso de los activos financieros de los hogares españoles se mantuvo en efectivo y depósitos, que sumaban el 41 % del total, seguido de participaciones en el capital (29 %), en fondos de inversión (14 %) y seguros y fondos de pensiones (13 %).
El efectivo y los depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares, 2,2 puntos porcentuales respecto a un año antes, mientras que el peso de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó, 1,8 puntos porcentuales.