A partir de este lunes empezarán las reuniones en Madrid con el Gobierno, donde todas las Comunidades Autónomas esperan que la cifra del déficit se duplique en muchos de sus casos. La batalla está servida entre autonomías y Gobierno, porque podría haber un déficit diferenciado con mayor flexibilidad para las autonomías del arco mediterráneo con un tejido más productivo, clave para generar empleo.

En estos momentos, sólo ocho de las CCAA lograrían alcanzar lo exigido por el déficit. Dos de las principales comunidades del España, País Vasco y Cataluña, podrían haber negociado con Rajoy una relajación en el cumplimiento de ese déficit. Esta podría ser una buena solución para todas las comunidades que prevén no alcanzar el déficit exigido, para que de esta manera educación y sanidad no sufran más recortes.

Pero esta relajación no significa abandonar el control. Para cumplir objetivos hay que seguir recortando. Las administraciones centrales y en las corporaciones locales serían las candidatas a sufrir estos recortes a favor de la sanidad y educación.

En esta ocasión, el gobierno ha abierto la puerta para negociar el déficit diferenciado. Esto se traduce en cifras diferentes para cada Comunidad Autónoma. La relajación del déficit a las comunidades dependerá de si nuestro país logra que Europa nos deje pasarnos del 4,5% que nos exige.