Las ventas de los productos de marca blanca en España están en cifras récord, suponen el 44%. Aunque no en todos en los supermercados se venden en la misma proporción: a la cabeza se sitúan Lidl, Mercadona y Aldi, donde prácticamente ocho de cada diez productos que venden es marca blanca.

Así, las empresas han incrementado los ingresos por este tipo de productos, porque venden más, pero también porque cada vez hay una mayor variedad y porque se han encarecido, aunque ciertamente no lo han hecho en la misma medida que el resto de marcas. De hecho, la mayoría de consumidores, pese a la subida de precios, sigue decantándose por una cesta de la compra de marca blanca porque es más barata.

Un informe de Kantar Wordplaner señala que el éxito de este tipo de productos depende principalmente del público que tiene cada supermercado y de la estrategia que están llevando los establecimientos para con sus marcas blancas. Por ejemplo, el ritmo de crecimiento ha sido más elevado en el último año en aquellas cadenas donde la marca blanca pesa menos.

Para competir, a los establecimientos pequeños no les ha quedado otra que tirar de creatividad, con promociones llamativas o tarjetas de fidelización, con las que consiguen que algunos clientes se decanten por comprar.