El Banco de España ha publicado sus proyecciones para el periodo 2019-2021 y ha confirmado la desaceleración de la economía española, más intensa de lo que se esperaba hace tan solo tres meses.

De esta manera, ha rebajado al 2% el crecimiento del PIB previsto para 2019, cuatro décimas menor que el del año pasado. Un fenómeno asociado a la revisión a la baja de la contabilidad nacional del primer semestre, así como al empeoramiento de las perspectivas para el consumo privado y la inversión empresarial.

También se reducen en dos y en tres décimas, respectivamente, las perspectivas para el 2020 y el 2021, del 1,7% y del 1,6%. Unos datos que, según el Banco de España, "apuntan a una prolongación de la actual fase expansiva".

El deterioro del entorno exterior por las tensiones comerciales y geopolíticas no solo está lastrando el comercio y el sector manufacturero, sino que también está haciendo mella en el nivel de gasto de empresas y familias. El Banco de España también ha señalado a la incertidumbre política del país como factor influyente.

En cuanto al mercado de trabajo, se prevé una moderación progresiva del crecimiento del empleo "en consonancia con la desaceleración proyectada de la actividad". Se rebaja en dos décimas la previsión para este año y el próximo, hasta el 1,8% y el 1,3% respectivamente. Asimismo, se espera que la tasa de paro disminuya hasta el 12,8% a finales de 2021.