Vivamos en el sur, en el norte o en las islas, es muy posible que en 2024, o en 2025 como muy tarde, tengamos que rascarnos más el bolsillo para hacer frente a lo que nos pide nuestro ayuntamiento. Ronda, Zaragoza, Sabadell o Benidorm son ejemplos de ciudades que suben la tasa de basuras. Mientras, Castelldefels, Zamora, Almería o Igualada subirán el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).

No parece casualidad que esto ocurra en el inicio del curso tras unas elecciones municipales que se celebraron antes del verano. Nuevos gobiernos hacen cuentas y no les salen, y otros que continúan, quizá hayan querido guardarse el anuncio hasta después de que sus vecinos votasen.

En cualquier caso, ahora existe una oleada de subida de impuestos y tasas de cara a 2024 por toda España, sobre todo de la tasa de basuras, que probablemente tengan que afrontarla la mayoría de consistorios tarde o temprano.

¿Por qué sube la tasa de basuras?

Trimestral, semestral o anualmente, la mayoría de ayuntamientos reclaman una tasa de basuras a sus vecinos que suele rondar los 60 u 80 euros al año. Esta tasa subirá porque lo exige una ley estatal, basada en una directiva europea. En concreto esta ley es la 7/2022, que recoge la premisa literal de "quien contamina, paga", establece que todos los vecinos y negocios paguen por la gestión de basuras exactamente lo que cuesta. "El coste real, directo o indirecto", dice la ley.

Para centrar el debate, nos servimos del estudio 'La tasa de residuos en España' de la Fundación ENT. En este informe, se asegura que en 2021 se pagó por la recogida, el transporte y el tratamiento de basuras un total de 61,15 euros por habitante, mientras que el coste real del servicio fue de 85,15 euros.

Europa, y la ley antes mencionada, buscan que se cubra el total del gasto por los vecinos de forma directa y sin descuentos. Algo que, según Carlos Arribas, responsable de Residuos de Ecologistas en Acción, puede servir de medida disuasoria porque "cuantos más residuos se generan, más se pagará".

La ley exige que todos los ayuntamientos tengan una o varias tasas de basuras que cubran el total del gasto, y tienen hasta abril de 2025 para hacerlo. Algunos ayuntamientos lo harán poco a poco, como Zaragoza (donde subirá alrededor de un 30% en 2024) y Vitoria (un 10%). Otros parece que han decidido hacerlo de una tacada, como Sabadell, donde el coste para los vecinos será de más del doble ya desde el año que viene.

Estoy alquilado, ¿la tendría que pagar?

Hay gobiernos municipales que no tienen tasa de basura y que todavía no han anunciado ninguna, como el Ayuntamiento de Madrid. Al ser preguntado por laSexta, ha confirmado que en 2024 no se creará dicha tasa, aunque dejando abierto el escenario para 2025.

Si finalmente la establecen, acorde con la ley, la deberían pagar los propietarios, pero la Ley de Arrendamientos Urbanos, en su artículo 20, abre la puerta a que la pague el inquilino de la vivienda. "Las partes podrán pactar que los gastos generales (...) sean a cargo del arrendatario", señala.

El IBI, otra batalla

Hay dos maneras de subir el IBI: recalculando el valor de los inmuebles de la localidad o subiendo el tipo efectivo que se aplica. La segunda es la opción por la que se han decantado muchos ayuntamientos de España, destacando el caso de Igualada, donde los vecinos se han concentrado para protestar por el incremento de un 7%. Pero también lo podrían hacer Zamora, Almería o Benidorm.

Estos gobiernos municipales, o al menos los reelegidos, han 'soportado' el incremento de costes de salarios, energía y materias primas hasta las elecciones municipales de este año. Benidorm es un ejemplo de gobierno que repite y que ha decidido subir al mismo tiempo, para 2024, tanto la tasa de basuras (un 70%) como el IBI (casi un 23%).

Los incrementos de costes han servido para justificar, parcial o totalmente, ambos incrementos. En concreto, Aida García Mayor, responsable de Hacienda del Ayuntamiento de Benidorm, ha respondido directamente a laSexta que la subida del IBI "es una proporción realista" para hacer frente a los gastos. También argumenta que, anteriormente, su gobierno "desde 2015 ha bajado el IBI en dos ocasiones, en 2021 y 2022".

Para la oposición de Benidorm, no es casualidad que el Ayuntamiento decidiera bajar el IBI durante la crisis sanitaria para después subirlo justo después de las elecciones municipales. Cristina Escoda, portavoz del PSOE de Benidorm, ha rechazado el argumento que del Gobierno municipal y ha asegurado que esta subida es "fruto de la mala gestión económica que viene haciendo el Partido Popular".