El culturista Yoni Hanna se ha encontrado con un reto que no ha sido capaz de superar. El israelí, leyenda en su país, fue sometido a una broma que se ha vuelto viral.

El vídeo lo compartió hace semanas con sus seguidores de Instagram, aunque es ahora cuando está siendo masivamente compartido. Uno de sus compañeros le pega un adhesivo a la espalda para comprobar si sus músculos le dejan llegar.

¿El resultado? Pese a contar con un físico trabajado hasta el extremo, lo cierto es que no cuenta con la flexibilidad ni con la capacidad de llegar al centro de su espalda con las manos.

"Problemas de culturistas...", llamaba al vídeo. Lo cierto es que su rutina de entrenamientos es extrema, como bien deja claro en sus publicaciones.