El puente de Mostar, en Bosnia, puede dar constancia de que la perfección existe. Al menos en materia de salto. Constantin Popovici hizo que los jueces levantaran el letrero con el número '10' de forma unánime tras su espectacular actuación en las Series Mundiales.
El saltador, con una actuación sin fallo alguno, llevó la euforia a las aproximadamente 20.000 personas que se dieron cita en el lugar.
Como no podía ser de otra manera, la victoria fue para él.