Ocurrió en Hawai, en el campeonato de surf más famoso del mundo. Kohl Christensen fue engullido por una ola y, al caer, chocó con el arrecife que se encontraba a pocos metros de profundidad.
Las motos de rescate acudieron en su búsqueda y tardaron varios segundos en localizarle. Al hacerlo descubrieron que se había fracturado el cráneo.
Christensen fue operado y los médicos le instalaron unas placas de metal para corregir la fractura. "Si no fuese por la respuesta inmediata de mis rescatistas no habría visto el 2020 ni más allá", ha explicado en sus redes sociales.
"Mis capacidades motoras están intactas. Me siento afortunado, bendecido y muy agradecido", señaló el surfista, al que le espera un largo periodo de recuperación tras un accidente que pudo haberle costado la vida.