La leyenda de la escalda Chris Sharman lo tiene claro: sin cuerdas, sobre piedras puntiagudas, y a cientos de metros de altura, escalar sin seguridad es una autentica temeridad.

Él también practica la modalidad libre. Eso sí, siempre con aguan debajo, porque sabe que a cierta altura, si caes, estas sentenciado.

Por eso son pocos los que se atreven a desafiar la montaña sin más ayuda que las manos y los pies, porque cada movimiento implica jugarse la vida.

Aunque algunos no parezcan temer a la muerte ni en esta escalada extrema, debe desaparecer el miedo.

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