La alpinista Edurne Pasaban ha concedido una entrevista en 'El Diario Vasco' en la que habla de su momento más duro. En el año 2005, sufrió un episodio de depresión, en el cual llegó a pensar en quitarse la vida.

"Empezó antes de dedicarme profesionalmente al reto de los ochomiles. Trabajaba en un restaurante y me empecé a preguntar qué estaba haciendo con mi vida. Veía a mis amigas con un trabajo estable y no me dedicaba a lo que estudié. Además se unió a una ruptura sentimental y al final caí en una enfermedad al no encontrar respuestas a lo que hacía con mi vida, sin saber detectar si era tristeza o depresión", relata Pasaban.

Asegura que cayó en "un agujero negro", momento en el que pidió ayuda a sus padres. Su peor momento llegó cuando por su cabeza pasó la idea del suicidio: "Me llevaron a ello la ansiedad, el malestar... Tanto era el dolor que solo buscas hacerle frente quitándote la vida, quieres terminar con eso. La gente que llega a ese extremo no busca la muerte, pero no sabe cómo salir de ahí".

Pasaban califica de "surrealista" el cambio que vivió cuando empezó a luchar contra ese problema. "Pasé de jugarme la vida escalando montañas a un hospital psiquiátrico haciendo punto de cruz", afirma.

"Cuando tienes una depresión muy grande no controlas tu mente. Le puede pasar a cualquiera", opina la legendaria alpinista.