Francia es la nueva campeona del mundo. Los de Deschamps sumaron la segunda estrella para los 'bleus' en una apasionante final ante una Croacia. El Luzhniki de Moscú vivió un festival de goles en un partido donde el equipo galo mostró todas las virtudes que le han hecho campeón: intensidad física, velocidad a la contra y mucho peligro a balón parado.

La final comenzó a decantarse del lado francés tras una inexistente falta sobre Griezmann que el delantero del Atlético puso al área y que Mandzukic introdujo en propia puerta de cabeza.

Croacia, como en muchos partidos del mundial, necesitaba remar y remontar. Y lo hicieron. Una jugada a balón parado acabó en los pies de Perisic, que se deshizo de la defensa gala para fusilar a Lloris con un gran disparo cruzado.

Había vuelto a hacer lo más complicado el equipo croata, pero la Francia actual es como un martillo pilón. Un córner botado por Griezmann acabó en un penalti por mano de Perisic. Pitana, el colegiado argentino, necesitó la ayuda del VAR para decretar la pena máxima. Griezmann no perdonó y engañó con maestría a Subasic.

Tras el descanso Francia se agazapó y mató a Croacia con la velocidad de Mbappé a la contra. Pogba cazó un balón en la frontal tras una gran internada del delantero del PSG para anotar el 3-1 al aprovechar su propio rechace. Francia echó otra pala de arena sobre la tumba croata con el cuarto tanto, obra de Mbappé. La joven estrella gala sorprendió a Subasic con un disparo lejano. Ahí acabó la final.

El gol de Mandzukic tras un grave error de Lloris sólo sirvió para dar algo de emoción a la recta final. Francia descontó minutos hasta el pitido final. Los Griezmann, Mbappé, Kanté, Pogba... ya son campeones del mundo como lo fue en 1998 la brillante generación de Zidane y compañía. Croacia abandona Rusia como subcampeona y con la cabeza muy alta.