En el deporte el objetivo principal es ganar, pero son muchos los que priman la deportividad por encima de ello. Uno de ellos lo ha demostrado ser Carlos Sainz, que cuando rodaba en tiempos para ganar la séptima etapa del Dakar, se paró para ayudar a su compañero de equipo Mattias Ekstrom.

'El Matador' comenzó el día en segunda posición en la mayoría de puntos de control de la etapa. Aunque se fue descolgando progresivamente hasta perder un minuto con el mejor, Sainz seguía en disposición de pelear por la etapa hasta llegar al kilómetro 200, donde se paró a ayudar a su compañero Ekstrom.

El sueco es el único de los pilotos Audi que seguía vivo en la lucha por la general, tras los accidentes ayer del propio Sainz y Peterhansel. Por ello, el español prefirió mirar por el bien de la escudería y renunció a una posible victoria de etapa para ayudar a su compañero a reparar el coche, curiosamente dañado de la misma forma que el de Sainz en su accidente, con un brazo de la suspensión roto.

Sainz, tras lo ocurrido en la sexta etapa, no puede aspirar a la victoria en la general, pero sí en las etapas. Sin embargo, ha priorizado el beneficio de la escudería alemana, que dice adiós a la clasificación general del Dakar con todos sus pilotos tras este último accidente de Ekstrom.