Dani Sordoy su copiloto Cándido Carrera sufrieron un gran susto en el rally de Japón. Durante la segunda etapa, su coche sufrió un incendio que devoró el vehículo, lo que ha hecho que ambos españoles tengan que decir adiós a su aventura en territorio japonés.

Según el piloto español, comenzó a oler a gasolina y vio como estallaba fuego entre los asientos. Fue entonces cuando paró el coche y con extintores tanto él como su copiloto trataron de apagar el incendio, pero la potencia del fuego era tan grande que a pesar de vaciar los extintores las llamas se extendieron.

Sordo además explica que ya avisó de ese olor a gasolina en el coche: "Ya le informé a mi equipo desde la mañana que el coche olía mucho a combustible".

"Desafortunadamente nos vemos obligados a abandonar después de un incendio en nuestro coche. Gracias por los ánimos. Ver como se quema tu coche y no poder hacer nada es un dolor que no se puede describir. Muy triste", decía Dani Sordo a través de su cuenta de Instagram.

"Nunca he visto algo como esto. Ayer ya había mucho humo e incluso lloraba un poco dentro. Realmente era como gasolina, como combustible. Después fue más y en un momento vimos el fuego dentro del coche. Cuando frenamos en la curva, solo vimos que el humo entraba por delante y todo sucedió muy rápido. El coche echaba humo por completo, así que simplemente puse el freno de mano e intenté apagar el fuego", explica.

A pesar de pedir ayuda al coche de atrás, no sirvió de nada: "Era un pequeño incendio en la parte de atrás. Traté de apagarlo, pero debajo de la batería o en algún lado ya era más grande, y no pude detenerlo con el extintor pequeño. Le pedí el extintor al coche siguiente, pero cuando empiezas a tener fuego es muy difícil pararlo".

"Hice todo lo posible para detenerlo, pero fue imposible. Lo siento mucho por el equipo por perder el coche", añade. Tanto Dani Sordo como su copiloto salieron ilesos del incidente.

"Nunca pude imaginar que el coche se incendiaría por completo. Y cuando comenzó desde atrás, incluso cuando traté de abrir la puerta, era imposible entrar, había tanto humo caliente que no pudimos hacer nada. Solo cogí mi teléfono y nada más", concluye.