Max Verstappen se está reencontrando con su mejor versión después de las pequeñas dudas al inicio del Mundial de Fórmula 1 2022. El piloto neerlandés confirmó sus buenas sensaciones en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal, partiendo desde la pole y conquistando el Gran Premio de Canadá, su sexto triunfo en lo que va de temporada.

El de Red Bull está empezando a ampliar las distancias con sus seguidores más inmediatos, su compañero de equipo Sergio 'Checo' Pérez y Charles Leclerc, y ya sueña con revalidar su título como campeón del mundo.

Verstappen ya suma 175 puntos este año, muy por encima de los 129 del mexicano y los 126 del piloto monegasco de Ferrari.

Después del 'Safety Car', tan solo restaban 15 vueltas para el final de la carrera, por lo que el piloto neerlandés se tenía que dedicar a defenderse ante los ataques de un ambicioso Carlos Sainz, que quería lograr la primera victoria de su historia en la máxima categoría del automovilismo.

Sin embargo, el español volvió a quedarse con la miel en los labios ante la infalible conducción de Verstappen, que no cometió ni un solo error y dejó al '55' a las puertas de la victoria a pesar de haber sido más rápido que el de Red Bull a lo largo del fin de semana.

"Siempre debes asegurarte de conocer el lugar donde hay DRS, y obtener una buena salida en la curva de antes. Se trataba de empujar al límite y no cometer un error porque sabía que incluso en el sector uno, si hubiera cometido un pequeño error, Carlos me ganaría una décima", declaró el actual campeón del mundo.

"Eso podría haber sido suficiente para luego acercarnos a la primera zona DRS, y luego a la segunda... fue un final perfecto, con el impulso adecuado. Tuve momentos de sobreviraje, pero miré en el espejo y vi a Carlos teniendo la misma cantidad de esos problemas. Iba realmente al límite, pero al final todo salió bien", añadió.

Una victoria que sabe a gloria al neerlandés, principalmente por la dificultad de la misma: "Los Ferrari fueron muy rápidos en carrera, así que era complicado mantener la ventaja hasta el final. Fue muy emocionante al final. Yo estaba dando todo lo que tenía, por supuesto, y Carlos estaba haciendo lo mismo. Seguir a otro coche aquí es complicado, pero pude ver que estaba apretando, atacando, empujando".

"Pero, por supuesto, cuando estás con DRS es un poco más fácil atacar. Así que sí, las últimas vueltas fueron muy divertidas. Ha sido divertido, sobre todo cuando no tienes DRS y terminas delante. Incluso si no hubiera sido así, habría sido una buena batalla. Eso sí, tras el 'Safety Car' pensé que habría preferido atacar en lugar de defenderme, pero afortunadamente salió bien", agregó.

Además, Verstappen se mostró muy orgulloso del rendimiento de su RB18 en Montreal, a pesar de los pequeños problemas sufridos con la radio del monoplaza, ya que no permitían al piloto hablar con su equipo: "Este año parecemos bastante rápidos en recta. Eso ayuda mucho". "Si la radio no funciona, al menos tenemos la ventaja de que no escuchamos más quejas", bromeó su asesor Helmut Marko.

"La presión de Sainz al final de la carrera fue inmensa. El hecho de que los neumáticos de Max fueran más viejos, por supuesto, influyó, así que tengo que felicitarlo por soportar tanta presión. Incluso en esa situación de máxima tensión, Max pilotó sin cometer un solo error. Y encima no ayudó que su radio fallara", explicó el propio Marko.

Desde el equipo de las bebidas energéticas se han deshecho en elogios una vez más hacia su piloto, ya que está lanzado directamente hacia su segundo campeonato del mundo consecutivo. "Sainz metió mucha presión, pero Max pilotó de manera inmaculada, sin errores, fue fantástico", sentenció el jefe del equipo Christian Horner.