El 'porposing' está siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza para todos los equipos desde que comenzara el Mundial de Fórmula 1 2022. El Gran Premio de Azerbaiyán ha avivado la llama del debate acerca del fuerte rebote que sufren los pilotos a alta velocidad, pudiendo afectar gravemente a su espalda y su cuello.

En el rápido circuito urbano de Bakú se han intensificado los problemas físicos de varios pilotos. Mucho llamó la atención las imágenes deLewis Hamilton bajándose de su Mercedes, visiblemente dolorido y llevándose sus dos manos a la zona lumbar, una de las más afectadas por este efecto rebote durante las carreras.

"Simplemente apretaba los dientes debido al dolor, y la adrenalina ayudó. No puedo expresar el dolor que experimentas, particularmente en la recta de aquí. Al final, sólo rezas para que termine. Lo peor fue al principio de la carrera. Mejoró un poco en las curvas hacia el final, pero en las rectas siguió igual de mal", señaló.

"Hubo muchos momentos en los que no sabía si iba a lograrlo. Primero, si iba a mantener el coche en la pista ya que a alta velocidad casi lo pierdo varias veces. La batalla con el coche fue intensa. Rebotaba tanto que hubo muchas veces que casi choqué contra el muro. Fue una preocupación en cuanto a la seguridad: 290 km/h chocando contra el muro", añadió.

El heptacampeón del mundo ha confesado que nunca había sufrido tanto a lo largo de todas sus temporadas en la máxima categoría del automovilismo: "Tengo que pensar en todas las personas que confían en mí para conseguir los puntos, así que en eso me concentré realmente. Pero esta es definitivamente la peor para mí, no lo había pasado tan mal este año".

Sin embargo, su compañero de garaje, George Russell, no sufrió tanto en Bakú. "George no tenía los mismos rebotes que yo. Tenía muchos menos. Ayer perdí tres décimas y media con él, solo en las rectas. Tenía una parte experimental en mi coche y una suspensión trasera diferente. Así que, en última instancia, fue un error", explicó Hamilton.

Aunque las ganas de acabar la prueba de Russell eran similares a las del piloto británico. "Estoy muy contento de que la carrera llegara a su fin, rompíamos el suelo en cada curva. Cada vuelta durante una hora y media es bastante brutal, así que dormiré bien esta noche", apuntó.

"Tenemos que lidiar con el rebote y, como los pilotos lo aceptan, no habrá cambios a corto plazo. Pero hay conversaciones sobre el futuro de esta reglamentación. Tenemos gente inteligente en este deporte, así que estoy seguro de que encontraremos una solución", agregó Russell.

También el jefe del equipo, Toto Wolff, se ha pronunciado al respecto de este problema, asegurando que el 'porpoising' "es realmente malo". "Tenemos que encontrar una solución", afirmó. Las dudas acerca de la presencia de Lewis Hamilton en el Gran Premio de Canadá, ya son una realidad.

"Sí, definitivamente. No lo he visto y no he hablado con él después, pero puedes ver que esto ya no es muscular. Quiero decir, esto afecta a la columna vertebral y puede tener algunas consecuencias. No creo que este sea sólo un problema de Lewis. Él es el que probablemente esté más afectado. Pero también afecta a George y a muchos otros. La solución podría ser tener a alguien en la reserva, que de todos modos tenemos en cada carrera", confesó Wolff.

Las reaccionas a estas palabras no se han hecho esperar desde Reb Bull. "Que se quejen tanto como puedan por radio y que hagan el problema tan grande como sea posible. Es parte del juego. Por supuesto que lo es. Mira, es incómodo, pero hay remedios para eso. Lo que ocurre es que es perjudicial para el rendimiento del coche. ¿Qué es lo más fácil de hacer? Quejarse desde el punto de vista de la seguridad, pero cada equipo tiene una opción", sentenció Christian Horner.

El director de la escudería de las bebidas energéticas cree que no es un problema general: "Si fuera un problema de seguridad genuino en toda la parrilla, entonces es algo que debería analizarse, pero si sólo afecta a personas o equipos aislados, entonces es algo con lo que cada equipo debería lidiar".

"Obviamente, lo más fácil es levantar el coche. Nunca debes conducir un coche que no sea seguro. Pero creo que eso es más para los técnicos, porque hay ciertos coches que tienen algunos problemas y otros con muy pocos problemas. Parecería injusto penalizar a los que han hecho un trabajo decente frente a los que quizás han fallado un poco", concluyó Horner.