McLaren ha sido la gran sorpresa en los últimos grandes premios en la Fórmula 1. El equipo 'papaya' ha irrumpido en las primeras posiciones superando en algunos grandes premios a Aston Martin, Mercedes y Ferrari, logrando dos podios en Gran Bretaña y Hungría de la mano de Lando Norris.

Sin embargo, no todo es tan bonito como parece para los de Woking. A pesar del gran ritmo que han mostrado, el propio Norris asegura que el MCL60 es un coche extremadamente complicado de conducir, lo que le hace sufrir al volante.

"No me gusta conducir el coche de la forma en que tengo que conducirlo ahora. Siento que no está en mis puntos fuertes", ha asegurado Norris en declaraciones recogidas por 'RacingNews365'.

"Quiero poder llevar la velocidad mínima y trazar las curvas en forma de 'U', y lo último que puedo hacer en el mundo ahora es 'U'. Tengo que trazar en forma de 'V' la esquina más que nunca. Nunca he sido el mayor fanático de hacer eso, y no me gusta mucho", ha explicado.

Norris asegura que el McLaren sufre mucho en los cambios de dirección, lo cual le resta mucha confianza: "Básicamente, al coche solo le gusta ir en línea recta. Ni siquiera va muy rápido en línea recta tampoco, pero somos muy buenos frenando en línea recta, por eso hemos sido tan rápidos en mojado".

"Si cambia el viento, si cambian las condiciones, diferentes cargas de combustible, degradación de los neumáticos, siempre tenemos que conducir de una manera específica, y no es una forma que me guste actualmente, es una a la que me he tenido que adaptar. Todavía tengo que adaptarme mucho como piloto, y lejos del coche que quiero poder conducir", ha concluido un Lando Norris que insta a McLaren a seguir trabajando en el desarrollo del monoplaza.