El Gran Premio de Australia ha terminado envuelto en polémica. La gran actuación de Fernando Alonso, que se plasmó en una meritoria sexta posición en la bandera a cuadros, no quedará reflejada en los resultados finales por una sanción.

En la última vuelta de carrera, el piloto de Aston Martin estaba siendo perseguido por George Russell, que llegaba por detrás con mucho más ritmo. Alonso, para protegerse antes de la recta trasera decidió frenar pronto y sacrificar la entrada de la curva para salir con mayor velocidad.

Pero esto pilló desprevenido a un Russell que estuvo a punto de llevarse por delante al Aston Martin. Para evitarlo, el inglés pegó un volantazo que le mandó a la grava, donde no pudo controlar el coche, por lo que acabó estrellándose contra las protecciones.

En principio parecía que la acción no conllevaba ninguna irregularidad, pero Mercedes se quejó ante el director de carrera de que Alonso había conducido "de manera errática", provocando la salida de pista de Russell.

Los comisarios abrieron una investigación al concluir la prueba y llamaron a declarar a los dos implicados, y tras cuatro horas deliberando, han decidido imponer a Fernando Alonso una sanción de 20 segundos.

Dicha penalización tiene un gran impacto en el resultado del piloto español, que pasa de la sexta a la octacva posición, ya que Lance Stroll y Yuki Tsunoda cruzaron la meta a menos de esos 20 segundos, por lo que Alonso cae de la sexta a la octava posición.