Kimi Raikkonen. el hombre de hielo, siempre serio, fue víctima de una broma que no le sentó nada bien. El autor intelectual fue Mark Priestley, mecánico de McLaren.

El finlandés disputaba en 2006 su última carrera con ese equipo justo antes de marcharse a Ferrari. Y el equipo decidió hacerle una despedida por todo lo alto. Pero a Raikkonen no le hizo gracia.

"Teníamos colorante azul en polvo. Por lo general, se usaba para vertirlo en el sistema de refrigeración del motor”. Ese colorante facilitaba a los mecánicos detectar una fuga", cuenta Priestley.

"Era un químico muy poderoso e intenso. Incluso una cantidad muy pequeña habría sido suficiente para pintar a todo un grupo de azul oscuro, así que un poco de polvo y agua era suficiente para una persona, que inmediatamente quedaba convertida en un pitufo", explica.

"Mientras Kimi era entrevistado por Martin Brundle en la parrilla, yo extendí el polvo en sus guantes", revela el que fuera mecánico de McLaren. Y Kimi no se dio cuenta al ponerse los guantes.

"Kimi se acercó a mí, me señaló y me dijo: '¡Maldito bastardo! ¡Te lo devolveré!' Fue un gran alivio para mí, que al menos Kimi no me odiara por eso", confiesa.