Hasta diez operaciones, varios injertos, la duda de si podría volver a caminar... Fue el calvario de Santi Cazorla que cuatro años después vuelve a la Selección.

Una convocatoria milagro, porque tres bacterias devoraron 8 centímetros del talón de Aquiles del asturiano, que a punto estuvo de perder la pierna.

Dos años sin jugar, 636 días eternos, y una lucha titánica para volver a ser jugador de fútbol. Un ejemplo de vida, de fútbol y de superación marcan el regreso de Cazorla.

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