No se ha visto nada igual en Madrid. La capital se ha blindado ante la amenaza hooligan por la final de la Champions. Y es que el centro de la ciudad se ha convertido en un auténtico búnker.

Cada 100 metros hay presencia policial, en un triángulo que conforman la Puerta del Sol, la Plaza de Callao y la Plaza Mayor. Casi 5.000 efectivos forman parte del dispositivo: 4.200 policías nacionales, y 500 más entre agentes municipales, Samur y Guardia Civil.

Además, habra ayuda desde el aire. Un dron de la Policía controlará los accesos al Wanda Metropolitano, donde se encuentra el punto más crítico: habrá tres anillos, bolardos cerca del estadio y varios cacheos para su acceso.

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