Más de 20 años llevaba el Espanyol sin salir vencedor en Liga del Bernabéu... y al menos uno más tendrá que pasar. El Real Madrid, tras jugar con fuego durante bastantes minutos, pudo celebrar un sufrido triunfo ante un peleón equipo de Rubi. Marco Asensio, gracias a la 'asistencia' del VAR, marcó el único tanto de un duelo que sirve a los blancos para meter presión al Barcelona.

No fue ni mucho menos una visita de cortesía la del Espanyol. Los de Rubi, lejos de ser comparsa para otra fiesta blanca tras el paseo ante la Roma en Champions, hicieron sentir al campeón de Europa un sudor más que frío durante gran parte del segundo acto... y del primero. Porque los pericos salieron con ganas de volver a ganar en Liga en el Bernabéu. Normal, no lo hacen desde 1996.

Piatti pudo poner el primero, pero erró su disparo ante un Courtois que volvió al arco blanco. Hernán también pudo batir al belga, pero entra ocasión y ocasión de los catalanes el Real Madrid también pudo golpear. Casemiro, Nacho... y finalmente Asensio. Marco sí acertó con las mallas. Fue con suspense, pues Mateu Lahoz tuvo que recurrir al VAR para dar validez al tanto blanco.

Acertó el videoarbitraje. La jugada, confusa por los rebotes que se produjeron, terminó con el balear definiendo con clase al segundo palo y con el línea levantando la bandera. Nada. El vídeo ha llegado y por él el Espanyol sacó de centro. Minutos complicados para los de Rubi, que vieron cómo el Real Madrid aprovechaba el arreón del gol para cercar la portería de Diego López.

En la reanudación los de Lopetegui pudieron finiquitar el envite, pero no solo no lo hicieron sino que el Espanyol se empezaba a animar. Con más imprecisión de la deseada, los catalanes tuvieron varias jugadas en las que los blancos denotaron cansancio y una mejorable transición ataque-defensa. En un error gravísimo de Sergio Ramos, Borja Iglesias mandó el cuero al larguero de la potería de Courtois.

Buen susto el que se pegó el Real Madrid. Y quizá también Julen lo notó en el banquillo, pues sacó a Marcos Llorente por Isco para meter algo más en mediocampo y controlar un partido que ya no era suyo. No era de nadie realmente, y tanto uno como otro podrían marcar. Eso, para el que gana por 1-0, siempre puede suponer un problema.

Le costó a un aún invicto Real Madrid en Liga ganarse los tres puntos contra el Espanyol, pero tras mucho mirar el reloj y ver cómo pasaban de despacio los minutos tanto hinchada como jugadores y cuerpo técnico pudieron celebrar una victoria que costó más de lo inicialmente previsto.