El Consejo de Administración del Rayo Vallecano se reunió para identificar a los tres aficionados que aparecen en diversas imágenes insultando al entrenador del Valencia, Marcelino García Toral, uno de los cuales ya ha sido suspendido como abonado lo que resta de temporada.

Marcelino fue recibido por gran parte de los aficionados del Rayo con pitos y cánticos de 'usurero' antes del partido de la última jornada en el estadio de Vallecas, pero tres de ellos, situados detrás de su banquillo, captados por cámaras de televisión, llegaron a la ofensa personal deseándole la muerte a su mujer y a él.

Tras estudiar las imágenes, la directiva del Rayo se ha puesto a "trabajar de inmediato para intentar identificar a los tres responsables que aparecen en las referidas imágenes".

Uno de ellos se ha personado voluntariamente en las oficinas del Rayo manifestando su "más sentido y profundo arrepentimiento" sobre su comportamiento en esos instantes, aportando una carta que el club ha hecho pública. Pese al arrepentimiento y disculpas mostradas por esta persona de forma voluntaria, el Consejo de Administración ha tomado la decisión de suspenderle su condición de abonado por lo que resta de temporada.

Al margen de este abonado, el Rayo Vallecano sigue trabajando en identificar a los "otros dos implicados en este triste suceso" y subraya que "desde la entidad" no van a "tolerar ni justificar ningún tipo de violencia".

El resentimiento de la afición del Rayo Vallecano con Marcelino se remonta casi tres años atrás, a mayo de 2016, cuando el asturiano era entrenador del Villarreal y, días antes de enfrentarse al Sporting, declaró: "Ojalá el Sporting se mantenga, porque es lo que siento".

En esa última jornada de Liga, Sporting, Rayo y Getafe se jugaban la permanencia en Primera y una derrota en Gijón del Villarreal, sin nada en juego, daba la permanencia al conjunto asturiano, independientemente de los resultados de los equipos madrileños.