El Nápoles no pasó del 0-0 este domingo en casa contra la Fiorentina y no aprovechó su ocasión para ponerse al mando de la liga italiana, lo que dejó al Inter de Milán como líder después de empatar en el campo de la Juventus.

Sin Lorenzo Insigne, baja por un problema muscular en un abductor, el Nápoles salió con el volante polaco Piotr Zielinski adaptado en el extremo izquierdo, pero le costó encontrar su habitual ritmo de juego ante un Fiorentina bien organizado.

El conjunto toscano se defendió con orden y creó peligros en zona ofensiva sobre todo con el argentino Giovanni Simeone, que lo intentó en los primeros 45 minutos con un derechazo y un cabezazo que el portero español, Pepe Reina, logró detener.

En la reanudación, el Nápoles presionó con más agresividad y rozó el gol de la ventaja con Zielinski, con un disparo al poste, y con el eslovaco Marek Hamsik, cuyo derechazo acarició la parte exterior de la red.

En el tramo final, el técnico del Nápoles, Maurizio Sarri, dio paso también al extremo argelino Adam Ounas, pero la defensa de la Fiorentina, liderada por el argentino Germán Pezzella, aguantó la presión con solidez.