"El año pasado me criticaron bastante al principio de la temporada". El que habla es Thibaut Courtois. Son palabras del pasado lunes, después de que el Real Madrid venciera con mucho sufrimiento al Granada (1-2). El guardameta fue clave aquella noche.

Una de tantas esta temporada. Courtois ha vuelto a ser aquel que recibió el galardón de mejor portero en el Mundial de Rusia. La actuación que le valió su fichaje por el cuadro blanco.

Porque si algo llama la atención en esta temporada es la solidez defensiva del Real Madrid, acostumbrado a salir triunfador a golpe de gol, de superioridad ofensiva. Eso ha cambiado. Y Courtois es el principal culpable (sin olvidar a la defensa, claro). El belga es el actual 'Zamora' de LaLiga, a falta solo de una jornada por disputarse. Sólo ha encajado 20 goles en 34 jornadas.

Unos números muy superiores a los de su inmediato perseguidor, Jan Oblak. El del Atlético de Madrid ha visto perforada su portería en 26 ocasiones en 37 partidos. Tercero asoma Unai Simón, del Athletic de Bilbao, con 31 goles en 34 encuentros. Nadie tose a Courtois.

Siendo el único jugador blanco que ha disputado todos los minutos tras el parón causado por la crisis del coronavirus, Zinedine Zidane ha convertido al belga en una pieza indispensable en su sistema, en el que la solidez defensiva ha dado un paso al frente. De hecho, sólo tres goles ha encajado el Madrid en nueve partidos.

La comparación con Keylor Navas

Desde su llegada en agosto de 2018, tras un Mundial en el que brilló con paradas decisivas, Courtois tuvo que convivir con la eterna comparación con Keylor Navas, que haría las maletas un año después en dirección al Paris Saint-Germain.

Pero este curso ha sido el de su consagración definitiva tras numerosas críticas. Con Alphonse Areola en el banquillo, el ex del Chelsea es indiscutible bajo los palos. Y siendo decisivo en muchos encuentros en los que el Real Madrid ha sufrido más de la cuenta (por ejemplo Granada).

Courtois ha recuperado su mejor versión y ha dejado atrás los fantasmas del pasado. En su jardín, en el Real Madrid, ha vuelto a demostrar que es uno de los mejores guardametas del mundo. Y ya nadie puede discutir eso.