Ilaix Moriba es uno de esos jugadores que están cuidando al máximo posible en el Barça. Una de esas joyas de La Masía, de esos futbolistas que, desde jóvenes, ya dejan claro que han llegado para quedarse y para destacar. El mediocentro español ha demostrado ser de esos, con grandes participaciones y, por fin, con su primer gol en Primera división.
Fue ante Osasuna, y sirvió para que el Barça viviera con tranquilidad los minutos finales del envite. Porque los culés ganaban por 0-1 gracias a un gol de Jordi Alba, pero una renta mínima no garantiza la victoria.
El gol de Ilaix, sin embargo, sí. El chaval salió en el 68 supliendo a Busquets y, en el 82, cogió el cuero en la frontal en un control con la derecha. Se perfiló para la izquierda y, con un toque suave con el interior, puso el balón en las mallas de Sergio Herrera.
Llegó a tocar el cuero el portero de Osasuna, pero fue muy poco para evitar el tanto de Ilaix. Para evitar el que es, el primer tanto del jovencísimo futbolista del Barça en LaLiga.
Venía avisando, pues en su corta presencia en Primera división ha dado ya un par de asistencias. La primera, en su debut. A sus 18 años, fue lo suficientemente maduro como para, ante el Alavés, saber que Trincao estaba mejor posicionado que él. Pase y gol del portugués.
La segunda, en el partido contra el Sevilla. Fue, además, para Lionel Messi. Se la puso al argentino y el 10 batió a Bono en la victoria culé ante los sevillistas.
Hay futuro, pero parece ser que también hay presente en el mediocampo del Barça. Ilaix sigue dando pasos de gigante en el primer equipo azulgrana y ni se nota que sea ni tan joven ni que sea su primer año en la élite del fútbol español.
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