El Sevilla, como ha sucedido en otros partidos de esta campaña, sufrió para ganar en el Sánchez Pizjuán, pero dos goles del delantero francés Wissam Ben Yedder, el segundo en el minuto 90, le dieron la victoria (2-1) ante un Alavés correoso que estuvo cerca de volver a puntuar fuera de su campo.
Los sevillistas llevan un pleno de cuatro triunfos como locales en esta liga tras superar al Alavés, un rival que mostró sus armas, como lo hizo en su victoria en el campo del Barcelona y con el empate en el del Atlético de Madrid, aunque en esta ocasión no pudo conseguir un buen resultado pese a que estuvo cerca en un choque en el que el calor castigo a todos.
Anunció el entrenador sevillista, el argentino Jorge Sampaoli, en la víspera que no iba a refrescar mucho al equipo, al argumentar que las próximas semanas no están programados partidos intersemanales por los encuentros de selecciones nacionales, y de hecho alineó de salida al mismo once del pasado martes en este mismo escenario en la Liga de Campeones ante el Olympique Lyon francés (1-0).
Su compatriota en el banquillo del equipo vitoriano, Mauricio Pellegrino, tampoco dio grandes sorpresas en su alineación y de entrada puso una defensa de cinco hombres con el brasileño Deyverson Santos en la delantera tras superar unas molestias musculares que había arrastrado durante la semana.
Fueron los hispalenses los que tomaron la iniciativa y el control del balón ante un rival bien armado en su poblada defensa y que dejó acercarse al Sevilla para aprovechar alguna contra, como la que se produjo a los once minutos, en una acción de Edgar Méndez que reclamaron los locales fuera de juego pero que acabó con el balón repelido por un poste de la meta que defendió Sergio Rico.
Como ya sucedió en los partidos del Camp Nou, Calderón o Mestalla, los alavesistas desesperaron a sus rivales cuando éstos intentaron acercarse al portero Fernando Pacheco, aunque el francés Samir Nasri (min.18) dio el primer susto a los visitantes con una buena jugada que acabó con un remate por bajo desviado.
El partido avanzó en su primera mitad sin sobresaltos para el cuadro vasco. Solo las sustituciones antes de que se cumpliera la media hora por las lesiones del lateral derecho Kiko Femenía y el medio Dani Torres, quizá en ambos casos debido a la deshidratación que produjo el fuerte calor que castigó a los jugadores.
En el haber del Sevilla estuvo que no cejó en su intención de ser protagonista y de intentarlo en balones colgados por si en alguno de ellos llegaba el primer tanto, aunque el Alavés, ante lo adelantado del rival, también encontró sus huecos.
La segunda parte arrancó como acabó la primera, con el equipo local con ganas de llevar el mando y un visitante pegajoso y también con idea de salir rápido cuando el baló era suyo.
El delantero francés Wissam Ben Yedder y el lateral derecho brasileño Mariano Ferreira pusieron en los primeros aprietos al cuadro albiazul. Si en la primera mitad el Alavés hizo dos cambios casi seguidos por lesión, en la segunda fueron dos sevillistas, el medio Nasri y el delantero argentino Luciano Vietto, a los que les afectó el calor y el desgaste muscular, por lo que tuvieron que ser sustituidos casi simultáneamente.
El exjugador del Getafe Pablo Sarabia, quien había sustituido a Nasri, tuvo otra buena oportunidad para abrir el marcador a favor del Sevilla, cada vez más volcado sobre el área adversaria en un partido en el que hasta el árbitro tuvo que ser asistido a los setenta minutos por un problema en la pierna derecha.
El premio le llegó a los sevillistas a los 73 minutos con un tanto de Ben Yedder poco antes de que el colegiado valenciano Antonio Miguel Mateu Lahoz se tuviera que quedar en la banda y ser sustituido por el cuarto árbitro, el extremeño José Hernández Maeso.
La reacción alavesista fue inmediata y se fue con descaro hacia el área local y, tras un par de avisos, el defensa Víctor Laguardia, a la salida de un córner, logró el empate en el minuto 84, aunque en el 90, Ben Yedder, de tacón, volvió a darle la ventaja a los locales.