"Anoche fui al estadio y me alegré por la victoria del Inter, pero volví a casa triste. Los abucheos a Koulibaly fueron una vergüenza. Un acto vergonzoso contra un deportista serio como él, que lleva con orgullo el color de su piel. Y también, aunque en menor medida, para muchas personas que van al estadio para animar y estar con su amigos", lamentó Sala en su perfil de Facebook.

El alcalde dijo que piensa seguir yendo al campo, pero que su paciencia con los insultos racistas está agotada. "A los primeros abucheos me levantaré y me iré. Lo haré por mí, consciente de que a quien aúlla contra un deportista negro no le importará nada de mí. Pero lo haré. Pido disculpas a Koulibaly, en mi nombre mío y en de la Milán sana que quiere testificar que todos nos podemos sentir hermanos a pesar de los tiempos difíciles en que vivimos", sentenció.

El entrenador del Nápoles, Carlo Ancelotti, ya se mostró muy crítico con la decisión de no detener el partido que les midió ante el Inter, marcado por los continuos gritos racistas a Koulibaly, y avisó de que, "pase lo que pase", si vuelve a ocurrir serán ellos los que decidan dejar de jugar.