Luis Rubiales, quien fuera presidente de la RFEF, ha declarado en la mañana de este viernes en la Audiencia Nacional por su beso a Jenni Hermoso en la celebración del mundial femenino. Rubiales ha sostenido que ese beso sí fue consentido y que en ningún momento "coaccionó" a la futbolista española.
Según ha podido saber 'laSexta', a Rubiales le han preguntado por tres dirigentes de la Federación, con nombre y apellidos, si habían presionado a la futbolista.
Esas tres personas habrían presionado a la jugadora para que saliera a decir públicamente que el beso "había sido consentido". Jenni se negó por completo. Días después emitió un comunicado asegurando que aquel acto de Rubiales "no había tenido su consentimiento".
Tras el escándalo del beso, Rubiales apareció en un vídeo publicado por la RFEF en el que aseguraba que "no le quedaba más remedio que pedir perdón". Vídeo en el que se negó a aparecer Hermoso, que habría sido presionada en el vuelo de regreso a España.
Días después, en la Asamblea Extraordinaria, Rubiales repitió hasta en cinco ocasiones que no iba a dimitir. Allí recibió el aplauso de la sala. Incluido el del ya cesado seleccionador español, Jorge Vilda. Aquella comparecencia desencadenó la suspensión de FIFA y la posterior denuncia de Hermoso.
La reclamación de las jugadoras
Entre sus peticiones, las futbolistas españolas han pedido la salida de varios miembros de la RFEF. Aunque no han dado nombres, sí han detallado algunos cargos: "Reestructuración del organigrama de fútbol femenino, reestructuración del gabinete de la presidencia y Secretaría general, dimisión del presidente de la RFEF, reestructuración del área de comunicación y marketing, reestructuración de la dirección de integridad".