La NBA acumula tantas historias de gloria como de hundimiento. Sueños rotos de jugadores que pasan de no tener nada a ganar millones de dólares.

Para muchos es la salvación de sus carreras, de sus vidas, pero para otros muchos acaba suponiendo un auténtico infierno. Lamar Odom ha sido el último ejemplo y quizás uno de los más claros de lo que eso supone, pero lo cierto es que los casos se acumulan.

Sebastian Telfair, que jugó para ocho franquicias distintas en la NBA (Blazers, Celtics, Timberwolves, Clippers, Cavaliers, Suns, Raptors y Thunder), ha sido sentenciado a pasar tres años y seis meses en prisión.

El que fuera base, que acabó su carrera en China en 2014, fue arrestado en enero de 2017 y declarado culpable en 2019 por posesión ilegal de armas y marihuana.

Telfair, primo de Stephon Marbury y leyenda en las canchas de las calles de Nueva York, fue seleccionado en el número 13 del draft de 2004 por los Blazers, promediando 7.4 puntos durante sus 564 partidos en la NBA.