La NBA ha pasado a la acción con Robert Sarver. El propietario de los Phoenix Suns y del RCD Mallorca está acusado de racismo, de misoginia y de crear un ambiente tóxico en el trabajo, y la competición ha decidido abrir una investigación sobre él.

Todo fue tras un reportaje de ESPN, donde ya avanzaron las graves acusaciones que se cernían sobre el propietario. Posteriormente, con un extenso texto, respaldaron todas las informaciones proporcionadas con respecto a Sarver.

De momento, la plantilla de los Suns se mantiene a la espera, sin dejar a un lado la realidad.

"No somos insensibles a lo que se ha dicho. Pero no conocemos los detalles", comentó un Chris Paul que ya vivió algo similar con Donald Sterling en Los Angeles Clippers.

En ese caso, se le multó con 2,5 millones de dólares y vendió el equipo. Aunque, eso sí, con él había grabaciones y pruebas irrefutables.

"Si algo de todo lo que se dice hubiera sucedido estando yo en los Suns no estaría sentado aquí", dijo Monty Williams, entrenador de los Suns desde 2019.

Devin Booker también se ha pronunciado en este respecto: "Llevo siete años aquí y no me he dado cuenta de nada. No quiere decir que no me preocupe el tema".

Earl Watson, exentrenador jefe de los Suns, ha emitido un comunicado dando las gracias a todos los que han contado su versión de los hechos: "Jugadores, ejecutivos, cuerpo técnico... Todos luchan por librarnos de ambientes tóxicos, insensibilidad racial, acoso sexual y microagresiones varias".

Él es uno de los pocos que firman con su nombre y apellidos esta denuncia. En el reportaje de ESPN hay un total de 70 empleados tanto actuales como pasados que valoran el comportamiento de Sarver: "Su nivel de racismo y misoginia se pasa de la raya".