Los Sixers han respondido al acto de rebeldía de Ben Simmons. El jugador, que ni siquiera está en Philadelphia con el resto del equipo, ha dejado de recibir un 25% de su sueldo, que debería haber cobrado el 1 de octubre, al dejar la franquicia dicha cantidad en un depósito por las multas que recibirá el jugador.

Postura que aleja más la opción que ya de por sí era complicada de que al menos Simmons estuviera con el equipo sin jugar ni entrenar, dando como razón una posible lesión.

La idea del jugador, según recogen en ESPN, es la de resistir. "Estamos con la mente en el largo plazo", dice Ramona Shelburne citando fuentes próximas a Simmons.

Pero tiene un problema, porque al contrario que lo sucedido con James Harden nadie quiere un traspaso de Ben con todo lo que exigen los Sixers. El jugador ha perdido caché, y ni tiene condición de superestrella ni parece que vaya a tenerla.

De momento, el 25% del sueldo que debía cobrar este 1 de octubre no lo ha cobrado, y además ese es otro asunto complicado para su traspaso por los 33 millones garantizados para esta temporada... que subirán hasta los 40 en la 2024-25.

Los Sixers tienen que jugar su primer partido de pretemporada ante los Raptors este lunes. Simmons, que no estará, no cobrará los más de 227.000 dólares de salario.