Giannis Antetokounmpo no ha nacido para jugar al béisbol. El MVP de la pasada temporada de la NBA y gran estrella de los Milwaukee Bucks ha cogido el bate en una prueba que bien, lo que se dice bien, no ha salido. Y es que a veces no logra dar ni a la bola... y ni siquiera se mueve.

El griego ha elegido bien por tanto a qué deporte no dedicarse y a qué deporte sí. Con los Bucks, ha llegado a la final de Conferencia Este, en la que cayeron con unos Raptors que finalmente se proclamaron campeones de la NBA.