Literatura  y rosas comparten protagonismo en la ciudad condal: "Me lo regala él la escojo yo"asegura una mujer. Barcelona celebra por primera vez Sant Jordi como ciudad literaria, una ocasión que bien merece que la imponente Casa Batlló se tiña de rojo.

Hay quien la compra, los floristas catalanes prevén vender unos seis millones, y a quien se la regalan. Pero también es día para echar mano de la paciencia, a de los lectores que hacen colas interminables para conseguir la firma de su autor favorito: "Ahora mismo estaba mirando si por fin podía comprar ya el libro para poderlo regalar".

Beso, abrazo, firma y selfie para el recuerdo. Un Sant Jordi en el que los libreros esperan vender un millón y medio de libros. Todo un récord en el día en el que las letras salen a la calle.