La versión original completa del 'Diario de Ana Frank', contiene una serie de cartas escritas por la menor antes de que comenzara su diario, en su 13º cumpleaños. La pequeña Ana escribió entre 1936 y 1941 varias misivas que envió a su abuela y que nunca han visto la luz.

En ellas, la versión más infantil de Ana sale a la luz. Datada de 1941, en una de ellas, la pequeña comenta a su abuela que tiene "el pelo bastante largo" y que, a pesar de los deseos de sus padres por cortárselo, ella preferiría "dejarlo crecer".

"Tengo un pequeño aparato en la boca y frenillos. Ahora tengo que ir al dentista todas las semanas y salgo al día siguiente. Así ha sido durante ocho semanas, y me parece muy desagradable", relataba.

En otra de ellas, la pequeña contaba a su abuela qué le habían regalado por su cumpleaños: "De papá y mamá: una bicicleta, una nueva mochila escolar, un vestido de playa y otras cosas. Margot -su hermana- me dio artículos de papelería porque se me habían acabado, y tampoco me gustaron los caramelos y otros pequeños regalos", le explicaba.

Ana contaba a su abuela cómo era su día a día: "Ayer (domingo) salí con Sanne, Hanneli y un niño. Fue muy divertido, no me falta la compañía".

Pero, poco a poco, el tono infantil de Ana Frank fue cambiando. La llegada de los alemanes a los Países Bajos el 10 de mayo de 1940 influye en su narrativa: "Me estoy poniendo un vestido nuevo, es muy difícil conseguir tela y se necesitan muchísimos cupones de raciones".

"Me gustaría poder comenzar a patinar sobre hielo otra vez, pero tendré que tener un poco más de paciencia hasta que la guerra termine. Si papá aún puede permitírselo, me daré cuenta. Patinando de nuevo, y cuando pueda patinar realmente bien, Papá me ha prometido un viaje a Suiza para verlos a todos", comentaba en otra de las misivas.

El diario británico 'The Guardian' ha desvelado parte de las misivas. En ellas, se puede comprobar cómo la pequeña adoptaba un tono jovial y hablador. Las cartas de la niña judía que falleció en un campo de concentración en 1945, otorgan una idea más concreta de cómo era Ana Frank, de su socialización, dónde se educó, cómo era su cultura, su vida familiar y sus raíces judías.